Una de las primeras cosas que tenemos que tener en cuenta cuando queremos empezar a hacer fotografías con personas es ¿a quién diablos le hago la foto? Dependiendo de nuestro estilo, del tema, y de nuestras posibilidades o nivel como fotógrafos de stock deberemos decidirnos por un tipo de modelos u otro.
Para empezar, tenemos que determinar el grado de profesionalidad de los modelos con los que queremos contar. Normalmente, cuanto más profesionales seamos nosotros, más profesionales serán los modelos que usaremos. Pero, si estamos empezando en la fotografía de stock quizá no sea una buena idea ir a una agencia de modelos y pagar la tarifa de unos profesionales (más que nada, porque no conoceremos el mercado aún y no tendremos idea de si conseguiremos recuperar la inversión de esa sesión, para empezar).
Tipos de modelos
Podríamos hacer una clasificación rápida de tres niveles:
- Amigos, familiares y similares
- Profesionales modelos
- Modelos profesionales
Amigos, familiares y similares
En esta categoría incluimos a todas aquellas personas a las que puedas pagar la sesión con unas cervezas, haciendo de canguro de sus hijos, o ayudando a cargar muebles en una mudanza (¡todos estos pagos, por cierto, susceptibles de convertirse en sesiones de stock, así que win-win!).
Es lo más sencillo para empezar, usar a nuestra pareja, a nuestros hijos, colegas, familiares, y ponerles a posar. El principal problema suele ser que no saben posar, claro. Pero viene muy bien para que vayas trabajando tus dotes de comunicación y la claridad con la que les pidas que actúen o posen de determinada manera (y puede ayudarte también a mejorar -o condenar definitivamente- tu relación con esas personas).
Al no ser profesionales suele ser más complicado sacar momentos más naturales y espontáneos, y la suerte es un factor que tiene mucho peso. Normalmente, como profesionales, no deberíamos contar mucho con el factor suerte para conseguir una buena imagen. Por lo tanto es primordial que se sientan a gusto, que sean sesiones divertidas o sencillas (nada de “mira por la ventana con la angustia existencial que te provoca no saber que realmente haya algún sentido tras nuestra existencia y no seamos más que moléculas de polvo autoconscientes de nuestra propia futilidad”).
Un consejo: reunir a un grupo de amigos, darles un montón de cervezas hasta que se animen y empezar a hacer fotos te van a dar un resultado bastante natural de lifestyle.
Profesionales modelos
Dependiendo de la temática, es posible que tengamos que trabajar con profesionales que hagan de modelos para tus fotos. Por poner algunos ejemplos, podemos encontrar deportistas, médicos, profesionales de mantenimiento y reparaciones. En este caso puede ser mucho más complicado darles indicaciones de qué hacer (más que nada, porque ellos van a saberlo mucho mejor que tú), y limitarte a aspectos más bien técnicos. Es importante que ellos se olviden de que tú estás ahí para que puedan hacer su trabajo sin problemas, y tú puedas aprovechar para sacar el máximo jugo posible a la situación.
El hecho de contar con profesionales va a dar un plus de autenticidad a tus imágenes, no solo por el aspecto físico o el look, sino porque van a estar haciendo lo que se supone que tienen que hacer: pensad en cuántas veces habéis visto a un fotógrafo en una película que no tenía ni idea de cómo coger una cámara y lo falso que resultaba; ahora aplicad eso al potencial cliente de vuestras imágenes: un chef que no sepa coger un cuchillo, un pintor que use mal el rodillo o un científico que mire por un microscopio como si fuera un catalejos…
Modelos profesionales
En el momento en que tengamos un control de nuestra carrera como fotógrafos de stock podremos pensar en dejar en paz a nuestros amigos y familiares y empezar a contar con modelos profesionales. Dónde encontrar modelos profesionales da para un artículo aparte, así que solo pasaremos de puntillas por ese tema: Instagram, agencias, o incluso abordando a gente por la calle podemos tener suerte.
La principal ventaja es el hecho de poder contar con un casting para encontrar el perfil que necesitamos: si queremos un grupo multiracial para una sesión de business podemos encontrar a gente que dé justo la imagen que necesitamos: no demasiado jóvenes, con aspecto profesional; si necesitamos a gente atlética, o que sepa practicar algún deporte en particular, podremos solicitar ese tipo de modelos.
Otras consideraciones
Además de lo que hemos dicho anteriormente, lo más importante que tenemos que tener en cuenta es el tema que estamos tratando en nuestra sesión y qué tipo de modelos son los que voy a necesitar. Ya hemos hablado de la importancia de tener a gente que sepa lo que hace enfrente de la cámara al hablar de Profesionales modelos, pero en este caso vamos más allá.
Por poner un ejemplo: si mi modelo tiene algo de sobrepeso, la forma de enfrentarme a un tema como deportes o fitness va a ser bastante diferente a si fuera atlético; si el modelo es mayor, aunque lo vistamos hipster o esté en forma y lo saquemos haciendo deporte, esas imágenes serán mucho más específicas o de nicho que si lo retratamos como a un abuelete con los nietos.
También tenemos que desechar la idea del modelo guapete rubio y de ojos azules. No es que no se vayan a vender, sino que es una concepción caduca y más propia de 2006 que del momento actual. La imagen de stock ha evolucionado muchísimo desde sus orígenes, y los clientes buscan imágenes con personas que sean cercanas, con las que sus clientes se puedan ver reflejados y vinculados. Es por ello que hay cada vez más presencia de grupos interraciales (para poder llegar a grupos demográficos más amplios), pero también toman más valor nacionalidades y orígenes auténticos (en nuestro caso podrían ser mediterráneos, si nos lees desde España, o latinos, si nos lees desde América).
Lo mismo puede ocurrir con personas con capacidades especiales, a las que es especialmente interesante retratar en un día a día, no necesariamente contando una historia de retos y superación personal, sino de normalidad.
¿Y los pagos?
Ya hemos dicho antes que esto va a depender mucho del tipo de modelos con los que trabajes. Si son amigos o familiares puedes invitarles a una comida y regalarles las fotos para su propio uso. Si consigues un encargo profesional (por ejemplo, de un laboratorio farmacéutico) puedes negociar con ellos hacerles las fotos y ofrecerles un descuento a cambio de cederte los derechos de usos para stock (¡firmando las autorizaciones pertinentes!). E incluso puedes encontrarte con algún modelo que esté dispuesto a hacer una sesión de stock a cambio de un book.
Eso sí, hay dos cosas que son fundamentales:
- Es obligatorio contar con una cesión o autorización de modelo firmada. Ya desarrollaremos este tema más adelante, pero sin la autorización tus fotos no van a ir a ningún lado.
- Explica detenidamente para qué van a ser las fotos. Muchísima gente desconoce el mundo del stock. Tienen que comprender que la autorización que firman es para que tú ofrezcas las fotos en un banco de imágenes y que cualquier cliente de cualquier rincón del mundo va a poder comprarlas para hacer con ellas lo que necesite (siempre dentro de unos límites, que suelen ser comunes en todas las agencias, y que excluyen cuestiones políticas, de entretenimiento para adultos, o para cualquier otro uso que pudiera causar una mala imagen del modelo). Si quieres, puedes incluso explicar los precios de venta de las imágenes, que no serías el primero al que le llega un primo diciendo que le han visto en un anuncio en una parada de autobús en Praga y que eso es un pastón y tú no le pagaste nada.